Siempre combinas con todo, siempre hay algo que te hace igual al otro. Vengo de la tierra y regresaré a ella como un limón. A veces puedo ser ácida y si paso mucho tiempo con eso dentro, me volveré amarga. Tengo semillas dentro de mi que tienen parte mía para duplicarse, algunas las dejo en lugares donde puedo verlas crecer y otras simplemente no tuvieron suerte… como un limón, cuando puede verse de nuevo o cuando no tuvo la suerte de preservarse hasta su infinito.

Sonreímos a nuestro modo, fibonacci vive dentro de nosotros, orden en sus gajos y en sus fibras, como yo en mis tejidos y en las líneas de mis dedos, en los dibujos de mis ojos. Los dos con una vida, la única más significativa; los dos llegando a envejecer y dar la vida para otros; los dos sin saber donde daremos la vuelta para regresar a la tierra o cual será la aventura en la próxima primavera.

Hola amigo limón te entiendo.