Día 31 Insignificantes decisiones
En estos días tan “intro”: dentro de nuestro país, dentro de nuestra casa, dentro de nuestra rutina, dentro de nuestras paredes, dentro de nosotros.. Nos hemos encontrado en una continua atención en lo que sucede en nuestra mente, emociones, sensaciones y sentimientos. Ya no existe tanto que nos distraiga de ellas, y es imposible evadirlas. Nos hemos dado cuenta que el poder para vivir/sobrevivir todo este tramo de vida humana depende 100% de lo que traemos dentro.
No hay cambio de piel si ignoramos las pequeñas micro decisiones que tomamos todos los días, si damos por sentado, si las pasamos por alto, o simplemente no nos damos el tiempo para decidir lo que nos hace bien o nos lleva a donde queremos.
Las micro decisiones diarias, imperceptibles que no tienen que ver con dinero, inversiones, riesgos, etc. son las que van construyendo en silencio la vida de todos los días, los momentos de cada instante, el camino por el que iremos andando, las sensaciones, las emociones y el disfrute de la vida… que al final y al principio es lo único que realmente vale en este viaje.
Decidir AMARTE todos los días; AMARTE con todo lo bueno, con todo lo que no te gusta, con todo lo que quieres cambiar; decidir ser MISERICORDIOS@ y AMOROS@ contigo, decidir ser CONSIDERAD@ y FLEXIBLE contigo. Decidir NO VERTE como IMPOSIBLE; no verte como VÍCTIMA, no verte desde el reflejo de lo que FUE que no salió bien o desde una ventana empañada de miedo. Decidir pensar BIEN de ti, pensar en posible…Decidir estar en PAZ contigo, con lo que eres, con lo que haces y con lo que vives. DECIDIR verte como la mejor obra que has creado en y con la que sigues experimentando la vida. DECIDIR todos los días, hacer las pases contigo.
Entonces, si las decisiones más importantes de la vida las tomamos a nuestro favor hacia nuestro amor, estaremos conquistando todos los tiempo posibles, estaremos conquistando la paz, el amor y el goce de los días y entonces, como cascada sin final inundaremos a todos los que nos rodea con esta mismas fuerza de amor, aceptación, empatía… y dejaremos de sufrir lo que no es.
Este es el trabajo más constante de todas las vidas.
Porque el amor propio, no se conquista una vez, después de un curso o un buen día, el amor propio se cultiva todos los días.
Amándonos, aceptándonos, perdonándonos y decidiendo.
ay jjijo…
entonces sí, cambio de piel.