Esta fue la promesa de mi primo cuando se casó, no un “hasta que la muerte nos separe” si no “mientras que honremos nuestra felicidad y la felicidad del otro”… se me quedó tan grabado que he decidido así ver mis relaciones con las personas, los proyectos, las profesiones, los sueños, las creencias, los planes… No es una salida fácil, pero si es saber que la puerta esta abierta. Abierta para echarle toda la energía y que nadie ni nada se quiera salir, y abierta por si alguien ya no es feliz, ahí, o si algo ya evolucionó ni es lo que creía que podría ser para mi.
Honrar tu felicidad, honrar la felicidad del otro, eso implica estar dispuesto todos los días a dejar ir aunque no queramos, soltar lo que estamos aferrados por ideas que nos hicimos, por expectativas pero que realmente ya no nos hacen feliz. Estar más conscientes del valor del tiempo, de nuestras acciones, ser más honestos con lo que hacemos, poner en perspectiva nuestros sueños, nuestro trabajo o las ideas que aceptamos, creímos y vivimos.
Honrar la felicidad y dejarlo ir, por amor, por respeto, por libertad, por pensar en tu felicidad siendo valorada de la misma manera.
Honrar mi felicidad, abandonando creencias que ahora no me motivan, me torturan, planes que nunca fueron míos y me asfixian, proyectos que no sucedieron y me cargan de frustración.
Ser valiente para honrar la felicidad, y aceptar muchas veces que mi felicidad no es suficiente para la felicidad del otros, ser valiente para aceptar que mi felicidad ya se ha movido de lugar.
Honrar nuestra felicidad, aceptando que nos movimos en direcciones opuestas y que al soltarnos estaremos más cerca de ella.
Nos vemos en telegram. https://t.me/kuirabamx