La creatividad siempre nos ha salvado, se ha mantenido ahí haciéndonos flotar en medio de la vida ayudándonos a imaginar mejores días, mejores momentos, mejores personas en mejores situaciones. Ha sido siempre un bote salvavidas que nos mantiene sin tocar el piso cuando el suelo está lleno de astillas, o en medio de días soleados, nos lleva a imaginar lugares, personas y momentos aún mejores.
La creatividad se activa como un motor para darnos esperanza, para ayudarnos a resolver o encontrar la salida… o la entrada, nos abre puertas, nos crea preguntas que nos llevan a abrir otras ventanas; nos hace crear universos que nos salvan.
¿Te habías dado cuenta?
La creatividad no sólo es pintar, bailar, escribir, cantar… la creatividad es pensar nuevas posibilidades. Aparece en cualquier instante de la vida, pero estamos tan acostumbrados que nos olvidamos de ella. Existe desde la ropa que te pones, la comida que preparas, la manera en que celebras a alguien, como te pintas las uñas o combinas tus calcetines…. Nuevas posibilidades.
Es un arma nuclear, ya que de cualquier punto diminuto que la activemos sabe hacer explosiones BIGBANG donde inventamos países, personas, días, climas, y millones de cosas en menos de un minuto que no existen en esa realidad.
Siempre seré fan y porrista de la creatividad, no sólo por esta capacidad de salvarnos, sino por las alas y las hojas en blanco que nos regala para liberarnos y reinventarnos. Nos permite imaginarnos como mejores personas o diferentes, nos inyecta para existir fuera de nosotros en pinturas, colores, papeles, palabras, movimientos, nos hace expandirnos, crear extensiones fuera de nosotros fusionarnos con el universo, con la magia de la divinidad creativa. La creación es De Dios, la creatividad es divina. Es la expresión de todas las posibles posibilidades que nos rodean en silencio, es la union de todos los seres y todas las eras y los tiempos. La creatividad no surge de la nada, surge de esas vibraciones que se mueven entre nosotros desde cada molécula que crea nuestro ADN, que nos va llevando a conectar , hacer chispas, milagros y crear nuevos caminos.
Somos seres divinos, y la creatividad, creación divina, siempre ha estado ahí para salvarnos.
La creatividad no es tuya ni mía, la creatividad es un hilo rojo que nos une a todos para salvarnos de nosotros.
Olvidemos la creatividad también nos puede llevar a lugares oscuros y destructivos, pero eso siempre también nos puede llevar a la reconstrucción y a encontrar la Luz en la tormenta… por eso no quise darle espacio a ese lado porque ya sabes como salir de ahí… crea otra idea.