Bueno fuera que tuviera plumas; a lo mejor para volar, o para esconderme entre ellas… a lo mejor para poder recibir los días desde antes de que sea nacido el sol, a lo mejor para cantar y hablar el idioma de los árboles, las hojas, los ríos y otras aves.
Bueno fuera que tuviera plumas para sentir otras pieles, otros ritmos; para sentir el viento que carga mis alas o mis alas envolviendo el viento.
Bueno fuera que tuviera alas para ver todo desde el silencio y aterrizar suave sobre cualquier terreno.
Copyright © 2024 Lunué Vivanco Muñoz